Conocía a Maite en el año 2000, momento en el que ella estaba en a calle Santa Teresa. Cuando conocí a Maite, iva a peluquería, pero no con tanta frecuencia y ella llevaba el pelo de dos colores.
Una vez que conozco a ella, me va cambiando el look y a día de hoy es verdad que yo tengo muchas canas tengo que decir que gracias a ella la gente cree que no tengo el pelo todo blanco. Está encima continuamente y no permite que vaya nunca mal.
De hecho, siempre le digo a Maite, le hago siempre una broma, le digo que desde luego ir a verla, a la peluquería, es el mejor antidepresivo que existe. Salgo da peluquería como nueva cuando ya me ha hecho el color, no me dejja apenas que se me vea a la raíz, siempre me tiene muy al día ey está al tanto, es ir allí, que sales como nueva, sales que puedes con todo.