Yo conocía a Maite la peluquería hace, yo creo que 20 años, lo menos. Yo soy de Madrid y llegué a vivir a Reus y no sé cómo, pues di con ella. Y enseguida me enganchó su gracia, su simpatía y, sobre todo, sus cortes de pelo. Así que nada, me enganché.
Luego me fuí a vivir fuera, he estado unos años en el País Vasco y aseguro que no he tenido ningún corte de pelo como el que ella hace. Siempre he tenido en el recuerdo ese corte que me decía: ven, siéntate, que voy a coger las tijeras y te voy a dar movimiento a la Melena. Es que nadie me había cortado la Melena como ella. Total que he vuelto otra vez y, evidentemente, no he podido dejar de volver a la peluquería de Maite.
El servicio fantástico. Bueno, todo. O sea, se adapta más a mi horario que yo al suyo. No cierran al mediodía, que para mí eso con mi trabajo es perfecto. Y luego están por ti para todo, con todo tipo de detalles. Si no has comido, pues tienen el detalle de hacerte hasta un sándwich, de darte un café, una botellita de agua.
Principal a resaltar que es que Maite tiene un don. Maite tiene un don para cortar el pelo. Es que entras allí y te vas cargado de vitamina. Te sientes más guapa. Yo, por lo menos, me siento más guapa de lo que he entrado. No me siento en esas peluquerías que están constantemente queriendo venderte cosas. Aquí es un asesoramiento y estoy encantada. Y luego miro las chicas o señoras que se sientan a mi lado y realmente es que salen todas guapísimas. Así que, bueno, no sé. ¿Qué opinar de la peluquería? Pues todo positivo, la verdad. Pues nada, nada más.